Autor: Jesús Rodrigo Fernández
El sábado 31 de mayo tituló en primera página Vanguardia Liberal: “Hidrosogamoso, a una semana del llenado. Fenómeno de El Niño aceleró el proyecto”. La lógica indica que para adelantar el llenado deben estar “a punto” las vías sustitutivas, construidas por Isagén, que permitan la comunicación entre Bucaramanga y Barrancabermeja y Bucaramanga y San Vicente de Chucurí. Infortunadamente, en nuestro país del Sagrado Corazón no siempre lo que indica la lógica se ejecuta sino que acudimos al adagio popular que dice: “por el camino se enderezan las cargas”, situación que en el caso del “camino” a San Vicente, no aplica.
En efecto, ante la necesidad de iniciar el llenado del embalse y la consecuente inundación de la actual vía La Renta- San Vicente, debe darse al servicio el tramo de 25 kilómetros entre Lisboa y la Canana, situación que propició una visita conjunta de Isagén como constructor de la vía, el Departamento como receptor y responsable del mantenimiento preventivo y rutinario y de los accidentes, fatales, que por fenómenos de deslizamientos, por ejemplo, se puedan presentar y representantes de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y Sociedad Santandereana de Geotecnia en su calidad de expertos en el tema vial y de geotecnia y geología.
El resultado de la visita es preocupante, pues aunque revivió el fervor religioso de los colegas que durante el recorrido no cesaron de rezar para que el Señor los protegiera de un accidente por efectos de un movimiento en masa de los altísimos taludes verticales que no ofrecen las mejores garantías de estabilidad, su concepto no es positivo para dar al servicio la vía.
En ese sentido la recomendación es obvia, el departamento no debe recibir la vía ni permitir que se dé al servicio hasta tanto se “descarguen” los taludes y se instale una instrumentación que alerte sobre el comportamiento de aquellos. De todas maneras y mientras se construyen las obras de mitigación, toda la responsabilidad debe ser de Isagén.
Lo anterior ocurre, entre otras cosas, por no tener en cuenta a los profesionales de la región, por mantener en secreto los diseños, por no permitir visitas en la etapa constructiva y desoír a quienes con más años que el Gobernador alcanzamos a disfrutar las melodías de Los Graduados. Es claro que sin vía no hay llenado.
Tomado de Vanguardia.com
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